Sinopsis
Una travesía interior, como pensamiento en voz alta, a la fuente de vida que es el mar, ejemplificada y humanizada por el ciclo de la pesca. BRUMA es una crónica visual documental sobre la fragilidad y, al mismo tiempo, la entereza de la vida. Contempla la condición humana y las diferentes formas de existir a través del espacio metafórico del mar, del ciclo de la pesca y de los seres humanos que sobreviven de esta ancestral relación. Mar que nos da, mar que nos quita.
A través de tres historias y tres parajes marítimos de la costa norte del Perú, BRUMA nos habla de un territorio donde cada vida tiene un significado; una sociedad que, a pesar de las limitaciones y situaciones materiales, continúa buscando sanar y darle sentido a su historia.
Desde la lucha, tenacidad, oficio y fe encontradas en la embarcación de Bernardino, Francisco y Johny en alta mar, donde el ser humano se debate con la naturaleza y con fuerzas mayores a su existencia (vida y muerte), pasando por el equilibrio y accionar comunitario (cargadores, jaladores, mototaxistas, tractores, familiares, comerciantes, entre otros), que reciben organizada y tempestuosamente las chalanas y sus frutos en la orilla; hasta llegar a la mesa de una humilde mujer, Nicolasa, y su devoto esposo Virgilio, que tienen como oficio filetear el pescado, recibido día tras día, ofreciendo su trabajo a quien la contrate, completando el ciclo de vida, de fortaleza, fragilidad y lleno de humanidad.
Nota del director
Me interesa volver a la esencia del género documental, de las posibilidades humanas y de las acciones cotidianas: una forma documental que respete e intente captar el tiempo, las energías y los matices de la propia vida y de los seres humanos. Presento un diálogo con el entorno, acciones y situaciones que se dan día a día; cuyas capacidades poéticas y dramáticas perdemos de vista.
BRUMA es una necesidad personal, política y narrativa que le da sentido a esa búsqueda, a ese descubrir, intercambiar y aprender que es una constante en mi vida. Mi propuesta es reivindicar la cotidianidad, la rutina y las vidas humildes como ejes narrativos que nos muestran los matices, las informaciones y humanidades encontradas en cada momento. Somos gotas en este mar de vida, todas necesarias y vitales en su individualidad como en el colectivo.